jueves, 21 de enero de 2016

¿No crees que tu higado necesitaría ayuda?



El hígado es un órgano muy complejo que desempeña un papel clave en la mayoría de los procesos metabólicos y especialmente en la desintoxicación.
La capacidad para desintoxicar es uno de los determinantes principales del nivel de salud de una persona.
¿Sabías que nuestro hígado lleva a cabo más de 500 funciones?
Es realmente un laboratorio que fabrica y depura.
 
El hígado recibe la sangre procedente del intestino para su filtración. Lo que ha traspasado la pared intestinal y se ha absorbido a la sangre necesita ser revisado, metabolizado y posibles tóxicos tienen que ser convertidos en compuestos fáciles de eliminar.

El hígado maneja la desintoxicación en dos fases:
Para apoyarle en su importante labor, debemos entender cómo funciona.

La fase I implica un proceso enzimático (citocromo P 450), que varía significativamente de una persona a otra, dependiendo de su genética y requiere sobre todo la presencia de
  • Cobre
  • Magnesio (su deficiencia aumenta enormemente la toxicidad de muchos fármacos)
  • Zinc
  • Vitamina C
Algunas sustancias se neutralizan directamente, pero muchos otros tóxicos  son convertidos en formas intermediarias que deben ser procesadas por las enzimas de la fase II para poder ser eliminados del organismo.
Desgraciadamente, estas formas intermedias son muchas veces más activas y mucho más tóxicas que las primeras. Por más tempo que permanece en la sangre, peor, porque se producen muchos radicales libres y por tanto estrés oxidativo y daño celular.

Por esto es de suma importancia que se active correctamente la fase II: Las enzimas transferasas estimulan la conjugación, que es la unión de sustancias nocivas con ciertos aminoácidos y compuestos azufrados, convirtiendo las toxinas en elementos inocuos.







En este nivel el hígado precisa sobre todo de GLUTACIÓN:
El glutatión es posiblemente la reina de todos los antioxidantes y es una combinación de tres aminoácidos (bloques de construcción simples de proteína): cisteína, glicina y glutamina.

El secreto de su poder radica en los grupos químicos de azufre que contiene. El azufre actúa como el papel secante y muchos productos dañinos se pegan a él, incluyendo radicales libres y toxinas como el mercurio y otros metales pesados ​​libres.
Normalmente  el glutatión se recicla en el cuerpo, excepto cuando la carga tóxica es demasiado grande. Y eso explica por qué podemos tener tantos problemas …

Hay una gran importancia en el equilibrio entre la fase I y II. Hay sustancias que activan la fase I de forma negativa como el alcohol, la nicotina, medicamentos (esteroides, sulfamidas y algunos antidepresivos…) y toxinas ambientales, que no solo agotan los recursos de desintoxicación (glutación, magnesio, cobre, zinc, Vitamina C), sino que aumentan significativamente los radicales libres y el estrés oxidativo.
Para ayudar a la fase II (a parte del glutación) es preciso la presencia de Vitamina C, además vitaminas del grupo B (sobre todo B6, B9, B12), aceites de pescado, alimentos de la familia de crucíferas (col, brécol y coles de Bruselas).

La síntesis y la secreción de la bilis son mecanismos importantes, ya que sirven también de transporte de muchas sustancias tóxicas, que al llegar al intestino son absorbidas por la fibra y se excretan. Si nuestra dieta es pobre en fibra estas sustancias no se unen bien a las heces y se reabsorben a la sangre. Además la bilis emulsiona las grasas y las vitaminas liposolubles en el intestino, mejorando la absorción de estas.
Las toxinas que el organismo es incapaz de eliminar se acumulan en los tejidos, sobre todo, en el hígado y en los depósitos de grasa. 



Recomendaciones para mejorar la capacidad de desintoxicación de nuestro hígado a través de la alimentación y la suplementación inteligente de 4Life-Research con inmunomoduladores FACTORES DE TRANSFERENCIA:

·         Mantener buenos niveles de glutatión ayuda al hígado a realizar su función de desintoxicación.
La ingesta directa de glutatión no es efectiva, siendo más recomendable priorizar sus precursores: cisteína, ácido glutámico y glicina:  GLUTAMINE PRIME
(ver ficha)

·         La proteína procedente de la carne animal es un gran esfuerzo para el hígado y deberíamos restringirla siempre que podemos. Fuentes de proteína mucho más biodisponibles son el suero de leche (no confundir con leche, que deberíamos evitarla totalmente), la proteína del huevo y la de vegetales como la soja, algas y germinados

Los batidos de proteína son una buena y fácil opción para optimizar el aporte de aminoácidos:  NUTRASTART (ver ficha)
Los alimentos ricos en azufre juegan un papel importante en la fase II de desintoxicación. Destacan ciertos vegetales, como brócoli, coliflor, coles, cebolla y ajo. 

·         Dentro del reino vegetal tenemos plantas que son auténticos hepatoprotectores:
El premio se lo llevan el cardo mariano, la alcachofera, el diente de león, el trébol rojo:  SUPER DETOX  (ver ficha)
Estimulan la producción de glutatión. Mantienen el flujo biliar: La bilis ayuda a expulsar las toxinas desactivadas a través de las heces. Evitan que se estanque la bilis.

Ayudan a regenerar los tejidos del hígado. Tienen un gran poder antioxidante y protegen el hígado de las sustancias dañinas (como drogas, alcohol y hongos venenosos, como también de las drogas usadas en quimioterapia u otras sustancias perjudiciales).
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Limita la exposición a toxinas: Minimiza la ingesta de alcohol, medicamentos (sólo los necesarios) y alimentos procesados ricos en azúcar, grasas trans, exceso de proteína animal, etc.
Consume alimentos naturales, sobre todo verdura y algo de fruta (agua caliente con un limón recién exprimido en ayunas por la mañana), frutos secos y legumbres, germinados, algo de cereales integrales, aceites de buena calidad y sobre todo Omega 3: BIOEFA
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Optimiza tu intestino
Las toxinas en tu intestino están técnicamente fuera de ti. Sólo representan un problema si cruzan el intestino y entran al torrente sanguíneo. Para evitar esto, hay dos factores clave:

Mantén una microbiota saludable. Tus bacterias participan en la defensa contra las toxinas. Simplemente incluye en tu alimentación una combinación de probióticos (como fermentos) y prebióticos, como fibra: 

FIBRE SYSTEM PLUS. (ver ficha) (Si tomas zumo en vez de las frutas enteras eliminas toda la fibra y no ayudas a balancear tu microbiota)

Protege la integridad de la barrera intestinal. La hiperpermeabilidad intestinal es cada vez un mayor problema, ya que pueden pasar sustancias a la sangre que con una pared intestinal intacta no pasarían. Una barrera intestinal dañada se asocia con mayor daño hepático.
También aquí nos puede ayudar la Glutamina para sanar y recuperar la pared intestinal: GLUTAMINE PRIME .

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